Juan Peña Fernández, el Lebrijano, nació en Lebrija en 1941. Cantaor, miembro de la familia gitana y cantaora de Perrate de Utrera, a la que pertenecía su madre, María la Perrata. Juan Peña El Lebrijano comenzó muy joven compaginando el cante con el toque de la guitarra, pero a raíz de su triunfo en el concurso de Mairena del Alcor (1964), como cantaor, decidió dedicarse en exclusividad al cante. Uno de los primeros trabajos importantes como tal fue con Antonio Gades, en cuya compañía estuvo varios años cantando como acompañante al baile.

A lo largo de su carrera ha sido acompañado, entre otros, por Niño Ricardo, Manolo Sanlúcar, Juan Habichuela, etc. o Pedro Maria Peña y David Peña "Dorantes", de su propia familia.
Juan Peña en el Campus de Jerez.
Cabecera de cartel de los más importantes festivales, refleja su presencia activa e inexcusable en los nuevos rumbos que el flamenco tomó a partir del decenio de los setenta, ya sea con la recreación de estilos perdidos en el tiempo, ya con significativas aproximaciones a otros lenguajes.
Así fue el primer cantaor que lleva el flamenco al Teatro Real de Madrid (1979), y con dimensión didáctica por todas las Universidades de Andalucía (1993-1994), a más de crear espectáculos como Persecución (1976), Reencuentro (1983) o ¡Tierra! (1992).
En 1997 el Ministerio de Cultura le otorga la Medalla de Oro al Trabajo, una más de los múltiples premios y distinciones con que ha sido galardonado a lo largo de su vida. Así como otros galardones1
Ha sufrido varias intervenciones quirúrjicas2 que le obligaron a retirarse varias veces pero de las que ha salido con buena salud.
Su última obra es "Cuando Lebrijano canta se moja el agua" (editado por Rosevil Productions), frase que le dedicó Gabriel García Márquez y que sirve de tributo al premio Nobel de literatura, ya que son textos del autor colombiano los que sirven de letras a los variados cantes que conforman este trabajo.